Ruta

Tras el Crucero por el Mediterráneo en el 2003, con las breves visitas, ciudades como Roma y Florencia, quedaron pendientes para un viaje en otra ocasión. Roma ya la visitamos en el 2008, y en el 2011 le tocó a Florencia.

Aprovechando que desde Valencia, Ryanair nos llevaba a Pisa por un buen precio, y aunque le sumamos una maleta facturada, el precio final no estaba mal. Luego una vez en Pisa, tan solo es 1 hora de autobús o de tren, más o menos.

Fechas: 14 al 19 de febrero de 2011.

Ruta:
Día 1: viaje y paseo nocturno por Pisa.
Día 2: Pisa (Piazza dei Miracoli)  y Florencia (Ponte Vecchio y Galleria dell’Accademia).
Día 3: Florencia (Iglesia Santa Maria Novella, Farmacia Profumo, Ponte Vecchio,
Piazza della Signoria, Iglesia Santa Croce, Piazzale Michelangelo e Iglesia San Miniato dei Monte).
Día 4: Florencia (Campanille, Fiesole, Duomo y Galleria degli Uffizi).
Día 5: Siena (Piazza del Campo, Museo dell’Opera, Battistero, Cripta y Duomo).
Día 6: vuelta.

Día 1: viaje y noche en Pisa

Este día dio poco de sí, el vuelo salió a las 19:35 de Valencia, más o menos puntual, llegando prácticamente en hora prevista 21:30.

Este fue sido nuestro primer vuelo con Ryanair, y bueno, un poco pesado con lo de las ventas y un poco molesto lo de tener que quedarte con la mochila a los pies y con las chaquetas encima, con lo que ocupan en invierno. Pero bueno es lo que hay, a nosotros desde Valencia un vuelo a Florencia en línea regular a Florencia nos sale por uno 200 € por persona, y además teniendo que hacer escala en Madrid. Así que tampoco está mal.

Hay que ver que rápidas sacan las maletas estos del bajo coste, yo pensaba que habrían pocas maletas facturadas, pero había una cantidad considerable. Prácticamente nada más llegar a la cinta empezaron a salir las maletas, casi no te da tiempo a empezar a preguntarte “¿mi maleta habrá llegado?” que es la incógnita de todo viajero al llegar al aeropuerto de destino.

Salimos con nuestra maleta, compramos los billetes de bus (1 €) y pedimos un plano en información. Luego salimos a la calle, que bueno aunque hacía fresquito no estaba mal la noche, esperamos un ratillo el bus; decir que en la parada, hay una máquina expendedora de billetes, pero como no lo sabíamos los buscamos por dentro. Esperaríamos unos 10-15 minutos a que llegara el bus.

Para llegar del Aeropuerto a la ciudad está el bus LAM rosa que en invierno funciona de 5’20 a 20’25, y luego está el bus 21 que hace una ruta similar y funciona desde las 20’25 que finaliza el otro, hasta medianoche. Así que nosotros cogimos el 21.

Luego en unos 5 minutos llegamos a la ciudad, nos bajamos cerca de la estación de trenes y fuimos andando, otros 5 minutos al hotel. Esta muy pero que muy cerquita el aeropuerto de la ciudad.

El Hotel elegido fue ALESSANDRO DELLA SPINA, que lo elegimos por encontrarse cerca de la estación de trenes principalmente, y cumplió sus expectativas, habitación espaciosa y baño amplio, con desayuno incluido.

Hambre para cenar no había, ya que habíamos comido más que bien, así que llegamos al hotel, dejamos las maletas y salimos a ver la ciudad de noche.

Sobre las 10’30 pusimos rumbo al icono de la ciudad, la Torre de Pisa, desde el hotel son unos 20 minutos paseando, que se hacen bastante amenos porque cruzas el río, y luego vas por la ciudad antigua, que sin tener nada, no está mal para pasear.

Cuando llegamos a la foto, nos llevamos una pequeña decepción, nos imaginábamos aquella zona más grande, además estaba bien poco iluminada la zona, sí a eso le sumamos la bruma que había y la poca gente que había por allí, la escena nocturna tenía un toque un poco fantasmagórico.


Unas fotitos, y luego camino de regreso al hotel por el mismo sitio, donde acabamos llegando cerca de medianoche.

Día 2: Pisa y llegada a Florencia

La mañana la dedicamos a visitar de nuevo la Piazza dei Miracoli, el camino fue el mismo que la noche anterior, de camino se pasa por la Piazza dei Cavalieri, que es de lo más destacable de todo el paseo.


En la PIAZZA DEI MIRACOLI, además de la famosa Torre Inclinada (o Torre Pendente, en italiano), se encuentra el Baptisterio, el Duomo y el Camposanto. Nos dedicamos a dar una vuelta y hacernos unas fotitos, tan solo entramos en la catedral porque en invierno su entrada es gratuita; desde luego no subimos a la Torre, su entrada de 15 € nos pareció excesiva para lo que es. Así que en poco más de media hora ya finalizamos la visita.







Desde luego su foto típica es una imagen bien bonita.



Luego ya tocaba volver al hotel para recoger las maletas, y ya ir andando a la estación de trenes que la teníamos muy cerquita. Esta es la Estación Central de Pisa, que al buscarla en la web de trenitalia aparece como PISA C. (en Pisa también está la estación del aeropuerto que es PISA AE). El billete costó 5’80 € y lo sacamos en las máquinas, que incluso estaban en español. Antes de subir al tren hay que validar el billete en unas máquinas amarillas que hay por todas partes. Decir que cuando estábamos comprando los billetes, había gente merodeando diciéndote si te podía ayudar, vaya truco.

A esas horas la frecuencia de los trenes era de alrededor de media hora, y habían dos tipos de trenes que hacían el trayecto Pisa-Florencia, el Regional Veloc (RV) que es solamente para en unas pocas estaciones, y el Regional (R) que va parando en todos los pueblos; si no hay que esperar mucho merece la pena el primero cuyo trayecto dura algo menos de 1 hora y en el regional normal dura 1’15 horas. Nosotros pillamos el Regional Veloc.

Llegamos a Florencia a su Estación Central Santa María Novella (en trenitalia aparece como FI.SMN), y al salir a la calle tuvimos un pequeño despiste y nos costó localizar la calle que teníamos que coger, antes pasamos por la Oficina de Turismo a recoger un plano.

Fuimos andando a los apartamentos, que estarían como a 15 minutos, el trayecto fue corto, pero claro con las maletas y el adoquinado de la ciudad, se hace un poco pesado; sobre todo con las de 4 ruedas es un poco tortuoso y complicado.

Una vez llegamos a la Piazza della Signoria, que es donde teníamos el apartamento, también nos costó lo nuestro encontrar la puerta, porque no tenía cartel, tan solo un dibujito encima de los timbres.

El RELAIS PIAZZA SIGNORIA se encuentra en un antiguo edificio, y está repartido entre sus 5 plantas. Su situación es inmejorable, pero nos pareció cara la relación calidad precio. Primero nos dieron un estudio en la primera planta, y como no nos convenció mucho, les dijimos que nos cambiaran a otro; aunque al final el que nos dieron tampoco nos acabó de convencer. El alojamiento estaba bien, pero nos esperábamos algo más.

Después ya nos fuimos a comer, a una pizzería que encontramos cerquita (2 pizzas y 2 bebidas 19’50 €) y después al supermercado a comprar provisiones para desayunar, refrescos, y cervezas.

Nuestra primera intención, y aprovechando que no llovía era subir al mirador que hay en San Miniato, pero llegamos a la calle en cuestión donde habíamos visto que debía parar el bus (nº 13) y no lo encontramos, dimos unas vueltas por las calles de alrededor y tampoco; así que como la luz ya iba bajando, lo dejamos para otro día.


Lo siguiente, no podía ser otra cosa que el PONTE VECCHIO, la tarde estaba nubladilla, pero es bonito con cualquier luz.






Eran alrededor de las 5, y decidimos ir a la Galería de la Academia, si llegábamos sin perdernos y no había cola igual podíamos entrar; de camino pasamos por el Duomo.


Al llegar no había nadie, así que entramos, fuimos de los últimos en entrar, aunque no los últimos. La entrada a la GALLERIA DELL’ACCADEMIA nos costó 6’50 € (si la hubiéramos reservado por internet habría que añadirle 4 € más). Es un museo pequeño, pero tiene una maravilla como el David de Miguel Ángel (personalmente el resto del museo tiene poco interés para el que no sea un gran amante del arte); parece increíble que se hiciera con un solo bloque de mármol. Nuestra visita duraría menos de 30 minutos y eso que estuvimos un rato sentados viendo el David. No se pueden hacer fotos.

Foto: Polo Museale Fiorentino 

Tras esta visita ya era completamente de noche y nos fuimos al PONTE VECCHIO para verlo de noche.



Y por hoy dábamos la jornada turística finalizada, para irnos a un pub que habíamos visto antes por la tarde en el que tenían un cartel anunciando Carlsberg, que no sé si será la mejor cerveza del mundo, pero sí puedo decir que es mi favorita. El garito estaba prácticamente enfrente de la parada del bus 13 que habíamos estado buscando por la tarde, el local era tipo inglés pero llevado por chinos.

Tras la cervecita nos compramos unos bocatas y nos fuimos a cenar a la habitación.

Día 3: Florencia

El día había amanecido nublado y dichas nubes nos iban a acompañar durante todo el día, intercalando ratos de lluvia.

Florencia es una ciudad con infinidad de museos e iglesias, prácticamente todos de pago, así que nosotros nos hicimos una pequeña lista de los que queríamos ver.

Comenzamos con la IGLESIA SANTA MARIA NOVELLA (entrada 3’50 €), que está muy cerquita de la estación de trenes; muy bonita por fuera y por dentro. No se pueden hacer fotos.


Cerca de allí se encuentra la FARMACIA PROFUMO en Vía de la Escala 16, nos costó un poco de encontrar porque prácticamente no se ve. Actualmente es una especie de farmacia museo, en sus diversas salas se pueden encontrar perfumes, productos de belleza, productos para la salud, etc. Se pude visitar tranquilamente y está bien, además es gratis.



Después pasamos por el PONTE VECCHIO para verlo de día y hacernos unas fotitos.



Continuamos hacía la PIAZZA DELLA SIGNORIA y bueno aunque el día estaba feo, por lo menos no llovía.







Luego pusimos rumbo a IGLESIA SANTA CROCE (entrada 5 €) muy bonita por fuera, en su interior hay enterrados muchos históricos como Galileo y Miguel Ángel. Aquí si se podían hacer fotos.




Ya se iba acercando la hora de comer, así que estuvimos un rato paseando a ver qué encontrábamos, y al final nos decidimos por Osteria de Peccatori (Piazza San Firenze, 14) un lugar bastante concurrido de gente; nos pedimos una ensalada para los dos y un plato de pasta para cada uno, un postre y dos cervezas; nos costó 36 €, nos gustó bastante, los platos estaban buenos y eran abundantes.

Decidimos subir al mirador que hay sobre la ciudad (el que intentamos ayer), durante la mañana habíamos preguntado en una Oficina de Turismo donde paraba el 13, y el sitio que nos dijeron fue donde habíamos estado. Cuando llegamos a la parada evidentemente no vimos ningún cartel relativo a dicho bus, así que preguntamos y al final nos dijeron que por obras le habían cambiado la ruta, una chica nos dijo que nos subiéramos en el mismo que ella y ya nos avisaría para bajar y coger el 13, ya hacía más adelante. Para un bus que se usa en Florencia, la verdad es que en la Oficina de Turismo ya se podrían informar.

Para llegar de la ciudad a San Miniato por el centro pasa el bus 13, que hace un recorrido circular, y en sentido inverso lo hace el 12.

Por cierto informar que el billete de bus costaba 1’20 € y que se podía comprar en cualquier “Tabaccherie” lo que vienen a ser nuestros estancos, y también en quioscos. También hay un billete que lleva 4 y que vale 4’70 € que no es que te ahorres mucho pero va en un solo ticket. Los billetes se validan al subir al bus y son validos durante 90 minutos.

Llegamos al mirador en PIAZZALE MICHELANGELO sobre las 5 de la tarde, soplaba un viento fresquito pero por lo menos no llovía, y las vistas son una pasada; yo me atrevería a decir que para mí lo más bonito de Florencia. Nos recreamos un buen rato.





Unas cuentas fotos más.





Allí muy cerquita se encuentra la Iglesia San Miniato dei Monte, que según teníamos apuntado cerraba a las 5’30 así que a paso ligero nos plantamos allí en un momento; la iglesia es bastante bonita, y además es gratis, se podían hacer fotos pero estaba muy oscura.



Luego volvimos al mirador un poco más, la luz ya había bajado bastante y empezaba a caer la noche, esa imagen de Florencia es muy bonita; pero como al salir por la mañana del hotel no habíamos cogido el trípode, pues ya no pudimos hacer más fotos en condiciones. Si el tiempo nos hubiera acompañado nos hubiéramos quedado un rato más, pero empezaba a chispear y allí hay pocos sitios para refugiarse.

Nos fuimos al bus, también el 13 que pasaba antes, bajando pillamos lo que en Florencia debe ser hora punta y el atasco fue monumental, pero como íbamos sentados hasta echamos una cabezadita.

No sé cuánto tiempo después, llegamos cerca de la estación de trenes y ya hartos del bus nos bajamos. Aprovechamos para buscar los autobuses que van a Siena por si queríamos ir el viernes.

Pusimos rumbo como en el día de ayer a “Tartan Jock” (Corso dei Tintori, 41) que se convirtió en nuestro pub, cuando llegamos y abrimos la puerta, estaba completamente lleno, y es que resultó que estaban haciendo fútbol en directo, jugaba la Fiorentina (que es el equipo de fútbol local) contra el Inter.

Nos colocamos en un rinconcillo como pudimos, pasamos un rato la mar de divertido, porque no veas cómo lo viven, son auténticos. Cuando el partido finalizó nos quedamos solos, y descubrimos una buena costumbre que habíamos leído, y es que en muchos bares por la tarde sacan una especie de buffet de tapitas, había pan con aceite, trocitos de pizza, papas, cacaos, otras pequeñas frivolidades y hasta macarrones; ayer lo vimos pero estábamos un poco desubicados, pero vamos las vergüenzas de ayer ya nos las cobramos este día; con decir que ya no fuimos a cenar por ahí, compramos unos bocatas y ya está.

Día 4: Florencia

Otro día que volvía a amanecer nublado, nos consolaba un poco que las previsiones para mañana ya mejoraban.

Comenzamos el día, corrijo, comenzó el día, Alfredo subiendo el CAMPANILLE (precio 6’00 €), sus más de 400 escalones a mí me echaron para atrás; así que a primera hora subió, entonces había muy poca gente, y dice que tampoco se le hizo muy pesado tanto escalón. Y que aunque el día estaba nublado las vistas estaban muy bien. Le llevó una hora escasa entre subir y bajar.

Aquí las hermosas vistas que desde arriba se disfrutan.














Al bajar le estaba esperando y antes de irnos a continuar la ruta, una foto de la puerta del Baptisterio (íbamos a entrar, pero estaban de restauración en el interior de la cúpula) y una del Duomo.



Eran poco más de las 10 de la mañana, y pusimos rumbo a FIESOLE que es un pueblecillo que se encuentra a unos 9 kilómetros del centro de la ciudad de Florencia, se llega con el autobús urbano nº 7. El trayecto duró alrededor de media hora.


Primero fuimos a la Oficina de Turismo, donde nos atendieron muy bien y nos explicaron todo muy bien detallado.

Allí hay una Zona Arqueológica romana (entrada 10 €) con unas termas, y un teatro romano con capacidad para 2.000 espectadores, que no estaba nada mal, también visitamos el Museo Arqueológico con restos romanos y etruscos que está dentro del recinto. Lo más interesante es el teatro romano, hay un tranquilo y agradable paseo por todo el recinto.






Otra de las cosas interesantes que tiene este pequeño municipio, son las vistas sobre la ciudad. Desde la plaza principal (donde te deja el bus) hay un camino que sube hasta el Convento de San Francesco, y desde allí tienes toda Florencia a la vista; este no era el mejor día, porque había amanecido nublado como todos, pero aún así creo que mereció la pena.




Y ya que estábamos allí, visitamos el Convento de San Francesco (entrada gratuita).



Después ya nos fuimos de nuevo a la ciudad, donde llegamos algo más de la 1 del mediodía; la visita a Fiesole contando el trayecto en bus, nos llevó poco más de 3 horas.

Como ya había hambre buscamos un sitio del que habíamos leído buenas opiniones Tratoria Za-Za (Piazza Mercato Centrale, 26) el local es muy bonito y muy agradable, y la comida también nos gustó mucho. Nos pedimos un entrante, dos platos de pasta y las cervecitas; total 44 €. Aquí cobran 2’50 por cubierto, pero mirando el precio final nos pareció muy correcto. Por cierto, el entrante Tagliere de la Zia Guiliana, que viene a ser un surtido de ibéricos que estaba muy bueno.


Después de comer decidimos entrar al interior del DUOMO para observar la maravillosa cúpula de Brunelleschi.



Después pusimos rumbo a la Iglesia de Santo Sperito, pero no pudimos entrar porque cerraba a mediodía, y como no nos apetecía esperar volvimos al hotel a descansar un rato.

Tras el descaso, fuimos a visitar la GALLERIA DEGLI UFFIZI (entrada 6’50 €), durante el día suele haber cola, pero como ya quedaba una hora escasa para cerrar, pues no había nadie. Decidimos hacer la visita porque mañana teníamos planes de ir a Siena y ya no podríamos, así que era eso o nada.

La visita fue un poco rápida, pero es que nosotros no somos mucho de pararnos a admirar los cuadros mucho tiempo, los vemos fugazmente. Decir que a mí lo que es el Palacio me encanto, tiene algunos techos impresionantes; y bueno aquí la estrella es “El nacimiento de Venus” de Botticelli, y también “La Primavera” del mismo pintor. Por supuesto no está permitido hacer fotos.

"El nacimiento de Venus" (Foto: Wikipedia)

Detalle (Foto: Wikipedia)

"Primavera" (Foto: www.nelmezzodelcammin.es)

Y tras un paseíto, pues que mejor plan para acabar el día que ir al “Tartan Jock” a por nuestras Carlsberg y las tapitas.